ESCULAPIO EL SABIO
ESCULAPIO
Camina relajado por la vida, siempre
con la frente altiva,
no temas las inquietudes que se
aferran, se enquistan,
ni a desesperanzas que bloquean tú
camino.
Aprende a caminar erguido,
placidamente,
evita las cosas escandalosas y
asfixiantes
y no transites por las encrucijadas
tenebrosas,
desbloquea tu mente, tiende la
mirada sobre el mar apacible,
sobre la pequeñez, como la grandeza
del universo,
cultiva la paciencia como un don del
alma,
te llevara por alamedas de la
ciencia y la sabiduría.
No vuelvas tu mirada atrás, a menos
que sea para tomar fuerza
y vigor para continuar,
las lágrimas son buenas para aliviar
los pesares,
pero es mejor reír a carcajadas, ríe
de tus problemas,
por que ellos se ríen de ti.
no alimentes la fatiga, es un clavo
en el zapato.
Sueña, por que es el principio del
éxito,
camina de pie paso a paso con
cautela, mucha cautela
y no te detengas, avanza siempre que
te sea posible.
Acepta los errores y flaquezas de
los demás, pero no seas juez y parte,
tampoco indiferente ante la
violencia.
Recuerda siempre, la inteligencia es
suprior
y navega más allá de la materia,
la sapiencia no se mendiga, se
adquiere y se cultiva.
Deshecha de tus lares la pereza, es
lastre en el camino,
cultiva los buenos hábitos, te darán
un espacio en el vulgo
y serás señor entre señores.
Se firme en tus decisiones, pero
acepta cuando te equivoques,
recuerda siempre que es mejor no
tener que pedir perdón,
pero si es necesario, hazlo sin
vacilar,
el mayor beneficio lo recibe el que
pide,
supera con creces aun al que
perdona.
Goza del rocío y de la alborada,
cuando el sol no ha salido aún,
y cuando este salga, limpia tus
sandalias,
las necesitaras, pues la faena del
día no la conoces.
Cuando el astro mayor oculte su luz,
dobla tus rodillas,
y mira las estrellas, en esa
inmensidad, hay una que te pertenece,
reclámala, pero gánatela con creces,
entonces agradece al arquitecto del
universo,
el placer de verla y acceder a ella.
Cuando al final del camino,
encuentres la fatiga, el dolor,
la miseria humana, no te detengas a
lamentar,
acelera y continúa.
Tiende la mano, no para pedir
limosna,
si no para saludar con una sonrisa.
Ya has vencido, superaste todos los
obstáculos.
A cien mil millones de años luz,
esta tu estrella,
la que siempre fue tuya, tiene tu
nombre,
llagaras con el alba, del día segundo,
después de partir, a la velocidad
del pensamiento.
G24052010
Leo Barona.
me encanto
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