MADRE AUSENTE (poema)
Ayer te vi venir,
Como las tardes
en verano,
con tu paso lerdo.
Inmutable tu mirada,
una sonrisa de te quiero
de tu amor inmenso
y un, ¿cómo estas hijo?
Tú no faltarías hoy madre,
aquí estarías con tu hijo
la lluvia, el viento, la distancia,
nada te detendría.
Enjugarías mi hombro con tu
llanto
y a Dios clamarías en suspenso,
para que esta reja que me oprime
fuera simple rastrojo del cadalso.
Ayer te fuiste,
por la senda sin retorno,
donde duermen y descansan
las mujeres santas como tú.
Un día cualquiera me dijiste,
¿quieres mi corazón? allí lo tienes,
¿quieres mi alma? completa es tuya,
mi amor por ti es eterno como el tiempo.
Yo, comprendí,
que tu amor no se desvanece
y no muere como la espuma,
soplada por el viento.
Te marchaste silenciosa,
junto a la fuente,
veo tu adiós por la alameda,
tu carita de ángel que va y se queda.
Hoy, solamente el recuerdo,
la huella impresa sobre el barro, que
tu pie descalzo al cielo lleva
y yo caminare una tarde de estas.
G06092002C18.
Leo Barona.
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