AL MAESTRO
Canta
el gallo
en el laberinto de la vida,
un alma suspira y canta
Pasmoso y monótono
arranca el
día.
En la hégira del camino,
una bota usurera
mezclada en el fango,
sofocada llega ligera
a la montaña altiva,
lisonjera ríe de emoción,
llora y canta,
porque es lunes,
martes, miércoles,
jueves o viernes.
El a fuerza de verlos
los conoce a todos,
sabe sus nombres,
El Juan, El Pedro
La María, El Cleofás.
Todos ellos
tararean la canción
del trueno,
se abrazan,
suben y bajan
la ladera del cerro,
cruzan la vereda
luego luego el rio bravo
que ya ha cobrado dicen
a más de un maestro.
Arrecia la lluvia
el viento sopla fiero,
hoy, hace mucho frío,
frío y miedo hielan el cuerpo,
seguro hoy, no habrá canto,
números y letras,
el temporal arrecia
y el día es incierto.
En la ladera del cerro
junto al árbol de fuego,
se ve a zancadas
cruzar el fango
al maestro Filomeno,
lleva en el lomo
un bolso de cuero,
en la diestra el tortillero,
el báculo sostiene la izquierda,
Sudoroso llega
exclamando en verso:
Jamás faltaré a la escuela,
nunca quebrantaré mis normas
el hambre del saber flagela,
esas almas lloran,
gimen y esperan,
esas almas valientes
mueren si no llego,
llevo el saber en el bolso de cuero,
el hambre del saber
no espera,
saben del dolor, la fiera,
esa muda y ciega,
la ignorancia flagela.G2009
CON DEDICACION ESPECIAL: A mi maestra Pilar Boteo y su hija Chata, quienes me enseñaon las primeras letra, alla por el año 1954 en JUTIAPA.
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